Ascariasis

Los seres humanos somos sistemas biológicos abiertos. No podemos generar energía de forma espontánea y, por tanto, tenemos que ingerir y excretar materia orgánica de forma constante para sobrevivir. Por desgracia, algunos patógenos aprovechan esta relación estrecha con el medio para ingresar en nuestro organismo e instalarse en él. Es el caso de los “gusanos” intestinales, cuya infestación se conoce a nivel clínico como ascariasis.

La ascariasis es una de las infecciones parasíticas más prevalentes en todo el mundo. Se estima que, como mínimo, 800 millones de personas están infectadas por el patógeno causal. Vamos más allá, pues podría afectar al 25% de la población mundial (concentrándose en las regiones de bajo ingreso). Sigue leyendo, ya que a continuación te contamos todo lo que debes saber sobre estos parásitos intestinales.

¿Qué es la ascariasis?

La ascariasis o ascariosis es una infección humana causada por el parásito del género Ascaris. Aunque estos patógenos se conocen a nivel popular como “gusanos” o “lombrices”, en realidad son nemátodos y no anélidos (como sí lo son las lombrices de tierra, por ejemplo). Este género taxonómico engloba a 2 especies: Ascaris lumbricoides, parásita de humanos, y Ascaris suum, que afecta mayoritariamente a cerdos.

El cuerpo de estos invertebrados es largo, cilíndrico y fusiforme. Los ejemplares adultos son visibles a simple vista, ya que oscilan entre los 15 y los 35 centímetros de longitud. En la siguiente lista, recogemos el ciclo vital de A. lumbricoides a grandes rasgos:

  1. Los ejemplares adultos viven en el espacio del intestino delgado de su hospedador humano. Las hembras se reproducen con los machos y son capaces de generar 200 000 huevos al día, los cuales se excretan del cuerpo a través de las heces.
  2. Los huevos deben “madurar” en el suelo durante 18 días o varias semanas para volverse infectivos. La rapidez de este proceso depende de la temperatura, la humedad de los suelos, la sombra y más. Cabe destacar que los huevos son extremadamente resistentes y pueden permanecer viables por 6 años o más si las condiciones lo permiten.
  3. Tras la ingesta accidental de los huevos por parte del humano, las larvas eclosionan e invaden la mucosa intestinal. Luego, son transportadas por el sistema circulatorio hasta los pulmones.
  4. Las larvas maduran en los pulmones durante 10-14 días. Cuando están listas, ascienden por el árbol bronquial hasta la garganta y son tragadas de nuevo.
  5. Tras su vuelta al intestino, las larvas continúan creciendo y alcanzan su estadio adulto.

Como podrás observar, el ciclo vital de Ascaris es bastante más complejo de lo que en un principio podría parecer. Las larvas no se instauran en el intestino nada más ser ingeridas, sino que tienen que recorrer otras partes del cuerpo antes de llegar a reproducirse. El ciclo hasta la aparición de los adultos puede demorarse por 2-3 meses y estos viven por hasta 1-2 años.

¿Cuáles son las causas de la ascariasis?

La ascariasis no se contagia directamente de una persona a otra. Como hemos dicho en líneas previas, es necesario que los huevos “maduren” en el sustrato para que el parásito adquiera su infectividad. Por ello, el método de contagio más común es consumir alimentos que han estado en contacto con suelos infectados (en los que ha defecado una persona o un cerdo). También es posible contagiarse al beber agua contaminada o consumir alimentos mal lavados.

Las personas que se encuentran en mayor riesgo de contagio son aquellas que habitan en regiones de bajo ingreso con sistemas de saneamiento pobres. Si se utilizan heces humanas para abonar los cultivos, la probabilidad de contagio aumenta de forma exponencial. Convivir con cerdos también es un factor de riesgo, ya que los humanos también pueden infectarse por Ascaris suum.

Síntomas de la ascariasis

La mayoría de infecciones leves son asintomáticas. Por otro lado, las infestaciones más abundantes (sobre todo en niños y personas inmunodeprimidas) pueden tornarse graves. Algunas de las complicaciones de la ascariasis son retraso en el crecimiento, perforación intestinal, obstrucción y bloqueos en los conductos pancreáticos o hepáticos.

Los síntomas de esta condición dependen de la fase del ciclo vital de Ascaris y la cantidad de parásitos presentes en el organismo. A continuación, los mostramos según el órgano afectado.

Pulmones

Como hemos dicho con anterioridad, las larvas de Ascaris deben viajar por los pulmones para completar su ciclo vital. Algunos de los síntomas que se pueden experimentar en esta fase son:

  • Tos continuada sin explicación aparente.
  • Sibilancias (sonidos extraños durante el ciclo respiratorio).
  • Sensación de falta de aire.
  • Presencia de sangre en los esputos.

Aparato digestivo

Los síntomas en el aparato digestivo dependen del grado de infestación en el paciente. Si se presentan, algunos de los más destacados son los siguientes:

  • Dolor de estómago.
  • Expulsión de lombrices visibles en las heces.
  • Náuseas y vómitos.
  • Malestar a nivel abdominal.
  • Diarrea con sangre.

Si la infestación es grave, pueden aparecer signos y síntomas más evidentes (y preocupantes). Estos incluyen dolor abdominal intenso, fatiga constante, malnutrición, obstrucciones y malestar psicológico considerable. Es posible morir por las complicaciones derivadas de una infestación grave, si bien esto no es nada común.

Diagnóstico

El diagnóstico de la ascariasis pasa por la visita al profesional médico en cuanto se noten los primeros signos de infestación. Como punto positivo, cabe destacar que las hembras adultas producen hasta 200 000 huevos al día, lo que facilita mucho su detección en las heces. Por ello, el mejor método de diagnóstico de esta enfermedad es buscar los huevos en una muestra de las deposiciones del paciente con ayuda de un microscopio.

Los gusanos adultos también se pueden detectar en el entorno abdominal con una tomografía computarizada o ecografía. Por otro lado, los daños ocasionados en los pulmones son observables mediante una radiografía de tórax.

Tratamiento

La ascariasis debe tratarse incluso en los casos leves. De todas formas, la terapia médica no se indica durante la fase de migración pulmonar, pues esto aumenta el riesgo de desarrollar neumonitis.

El fármaco de elección en casi todos los casos es el mebendazol, un excelente antiparasitario. La pauta general de administración es de una sola dosis de 400 miligramos, aunque a veces también se recetan 100 gramos, 2 veces al día, durante 3 días. El tratamiento en embarazadas y personas con reservas médicas puede variar, así que siempre se requiere una receta médica previa.

Estos antiparasitarios atacan a los ejemplares adultos. Con el fin de acabar con todas las larvas, el tratamiento se debe repetir en 1-3 meses. Las infestaciones graves con obstrucciones tienen que acompañarse también de procesos quirúrgicos para acabar con los tapones.

La ascariasis es un cuadro clínico con una prevalencia muy alta, sobre todo en las regiones de bajo ingreso con sistemas sanitarios deficientes. Detectarla a tiempo es esencial, sobre todo en niños, pues así se evitan desnutriciones e impactaciones potencialmente graves. Si tienes cualquier signo de parasitosis, acude cuanto antes a un profesional médico.

 

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